jueves, 21 de junio de 2012

maté a mi enjambre
soy una abeja mordaz
un esqueleto amarillo y negro
fría siempre fría
la miel que hago no servirá por muchos días
quizás un jardinero me encuentre
y me rocíe con insecticidas
quizás sea la hora en que la vida
se vaya desplegando hacia algún lugar
donde la penumbra tenga panales
para quedarme allí fuera del día
un tiempo
y que las carcajadas de mi aguijón
sean acalladas desde un silencio casi insoportable
ojalá que los silencios me den la calidez suficiente
para entibiar mi lívida miel, que no parezca un veneno
que se vea y se sienta dulce.

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