viernes, 21 de octubre de 2011

jardín botánico I

cuando me dí cuenta
que la caída de las hojas son caricias
un espasmo de risa
me reretorció el alma

porque ahora
mi ánima de amor con sus raíces desiguales
se sostiene sólo de lianas, ramas
y aire cargado de aliento de árbol.

están vivos! están vivos! vida en los cuerpos ondulantes
pensadores en silencio
pero hoy pude escucharlos, oh, entre la hiedra surgían los brazos
me agarraron por unos minutos
sentí los orgasmos más puros cuando me hablaban
y exhalaban halos, dibujos de luz de sol en el suelo.

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