yirando yendo por el cordón.
busca un encanto alegre de pájaro
de luz de día
hablando con los hombres imagineros
arrancándoles sonrisas para vestirse con ellas.
pero, en realidad, anhela el apasionamiento de un solo sujeto.
su voz gruesa y su ramo de nombres bellísimos
suben y bajan de la calesita de su mente.
oh ella se siente tan aprisionada
desea vestirse esta vez de él,
modelar con su vestido de besos,
que se le peguen luciérnagas al rush durante el crepúsculo,
y oscilen allí las danzas de sus pies
de sus colores vivos y delirantes
que la hacen tan mujer,
poderosa mujer.
detrás de su fragilidad soporosa goza de un tesoro valioso
tiene a su alcance un interruptor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario