se me achica el estómago
el miedo, las horas, el desgaste en vano.
no importa a veces
porque más siento el vuelo en los brazos
el movimiento en los oidos
divisando, al fin, a la presencia descalza
de mi desnudez azul.
yo me desnudo
para que me veas en serio volar
desplegando esencias
y
en serio volar
buscando valles lisos
de poesía blanca.
pisé en piel directa
la tela infinita
de la ternura interior.
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