a través de mi cuerpo atemorizado

me doy cuenta
que estoy dando paseos por entre las fibras de una carne vieja
no sé si es por vicio o intuición...
Pero deambulo, sin darme cuenta casi,
con mi inocencia y mi juego
por los tuneles y cavidades del miedo

Voy jugando, entonces, dando saltitos
cuando no caminando lento.
se me entierran los pies en esta carne que late

ya no estoy tan asombrada como en los principios
ahora voy como anestesiada
por un lugar conocido.

lentamente se siente la aspereza,
los cambios de temperatura,
las transpiraciones, los cansancios
de andar a través de los miedos


cuando mi cuerpo
es casi pura encarnacion del mismo
voy como voy ahora
a veces deshauciada en un propio hogar