cuando me di cuenta
que la caída de las hojas son caricias
un espasmo de risa
me reretorció el alma
porque ahora
mi ánima de amor con sus raíces desiguales
se sostienen sólo de lianas, ramas,
y aire cargado de aliento de árbol
están vivos. están vivos. la vida en los cuerpos ondulantes
pensadores en silencio.
pero hoy pude escucharlos, oh, entre la hiedra surgían los brazos
que me agarraron por unos minutos
sentí los orgasmos mas puros
cuando me hablaban
y exhalaban halos, dibujos de luz de sol en el piso.
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