sentí las gotitas y pisé charcos
la madrugada que imaginé
tan tersa
mientras caminaba
se guardaban luces
se entreveían regresos de varios colores
parecían andar en bicicleta
mojar sus mocasines
y detenerse en la mirada fija roja.
la imagen se deshace
y mi abrigo estaba frío
un poco menos que la punta de la nariz.
las pecas secas quieren el rubor de sangre
que las caliente
ese rubor que aparece
en el instante
en que imágenes como aquella
suceden más repentinamente.
.
oh dónde están el fuelle
y el alma
en algún lado meciéndose
mordiendo mi pecho
yo estoy acá con mi piel
con las octavas como agujas largas indoloras
oh
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