viernes, 2 de marzo de 2012

derrame

sube la guitarra a besar la orquídea
lo que crece en el cielo y en los vientres
lo que morirá en los vientres
no puedo olvidarme.
cuerdas pulseras de los seres aquellos
los que flotan cuando sueño

siento que la ciudad me come
y come las mentes de las mujeres y los hombres
creo que tengo miedo, asco, y ternura.

no tengo ganas de sorprender a nadie.
mis ideas ofuscadas, son un boomerang sin retorno
parecen ideas terminales
pero nunca crecieron para llegar a tal cosa.

quiero cerrar no entrar más al túnel,
no voy a forzar el garabato
no quiero tirar de los hilos
no, no, y no.
voy a repudiar un ratito
cualquier intento de claridad mental
pero además
voy a esconder mi locura, voy a esconderme
a cantarlo solamente.
qué problema tengo con la vida, con esta charla, no lo sé
me invento cámaras y vigilantes despiertos en cualquier momento
como si fueran a matarme
me invento juicios
que miedosa, que cagona realmente.
no sé por qué: la vida que está tan linda
y yo tan estúpidamente preocupada
por si alguien quizás lee esta charla.
preocupada por un articulo, incluso una vocal que salga de mi boca.
estoy muy lejos del volcán feliz que antes era.
epa, llegó la nostalgia.
pero no quiero escuchar canciones viejas
quiero apurarme entre los libros del colegio
hacerme el laberinto de apuntes , la trinchera que tanto anhelo.
no quiero este sufrimiento. quiero otro.
soy una tonta porque no me percato de que el dolor aunque sea aplacado por la emergencia de otro, no habrá desaparecido nunca.
es el típico dolor de vivir
creo que me cansé de charlar, con otras personas. quiero charlar con mi mente como ahora lo estoy haciendo. quiero estar sola y sentir de veras el silencio, no estoy evolucionando, es un estado de rendición. estoy henchida de vueltas por el pasado el futuro entre personas que repentinamente aparecen. hablo demasiado y quiero silenciarme. descargarlo mediante un canto un sueño o unas corridas. no voy a contarle más mis penas a nadie. voy a guardármelas y que me lastimen y me destruyan por dentro si no puedo hacerlas fluir bien.
es el típico dolor absurdo efímero, no podré cumplir con mi palabra. es imposible, si ya comienzo a llorar como una tonta.y escribir ésto es, no sé, querer leerlo después, no. así tan simple no. escribir es encarnar el dolor en pizcas divertidas. quizás escribir es meterme en esos juegos que no quiero. y si dejo de escribir?
no puedo cumplir con mi palabra. el dolor, quién sabe por qué apareció de repente, no se estremece ni se pierde por el ser. hijaputez, yo soy la que dele que tremolar en las esquinas en la cama con todas las frasadas en la cabeza, preguntándome por qué mueren los bebes y spinetta, y ahí empieza la mente a pegar como con plasticola todas las miguitas de estupidez humana en el garabato de dolor. así es, queda un nudo idiota que hasta provoca ganas de vomitar.

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