sobremesas
en abril
y un apuro constante,
picante, la comida. la voz tuya. en el oído.
la modorra.
el pensamiento. divagando, canturreando, como en un puente
a punto de llegar al lado rojo
al cuadriculado, y divisé unos tiempos
café
en junio
por las madrugadas...
historia del país
sin pensar, en tus labios pálidos
y tibios.
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