las palabras,
durante estos días,
perdieron progresivamente razones para estar acá puestas.
quien canta para mí
es a quién veo difuso
callo, no sé por qué.
siempre me preguntas
por qué tanto silencio
es que no se me ocurre qué cantar
ahora que tengo
a mi amor todo marchitado.
no se lo atribuyo a nadie
ni siquiera a la vida
porque nuestra conexión
era de lo desconocido.
voy a recorrer cosas otro día
a crear cuando crea
en que mi tamaño de florcita pisoteable
alcanza para adentrarme
y cortar los cables
y los tabúes urbanos
que te aquejan, mi amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario