habladuría mental,
tiernos sacudones,
pero desde antes
un cariño disipado se pesa ante las flores diurnas
silencio desde tu aliento seco.
no más pequeñez con escondidas bombas misteriosas delante de tus ojos.
los nombres crueles que fui poniéndote
quizás los descubriste en secreto.
primero nervios con una danza, manos calientes, trémulas.
después (ahora) tu nada escalofriante.
sin embargo
estoy ansiosa por empezar a escribirte
convertir tus efectos trágicos
alterar las melodías.
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