qué ocurre
hoy
con ellas.
salen
nunca
de sus trincheras
¿las estoy atacando?
¿debo dejarlas en paz,
callarme y perturbar
a otro misterio?
qué les pasa.
el ímpetu inmortal
que siento a través de ustedes
desaparece
marcando sequedad,
hinchazón, locura.
si es que soy yo en realidad
la que está en la trinchera,
permaneceré
besando la penumbra
sin la convicción
de la búsqueda de ustedes.
hoy,
órganos divinos
artilugios del alma
no se hacen pesentes
morderé y cantaré
para que éste no sea síntoma
de la fiebre
esa fiebre
que me saca los sueños
y me hace inerte.
así es, que las amo
las busco
y estoy escribiendo
porque no sé esperarlas
cómo comenzarlas
cómo complacerlas
siento
lejos
unos temblores...
no puede
¡no puede acabarse la sed!
estoy siendo de verdad ridícula
buscándolas mientras las busco.
enterrándome en mis laberintos
y en el horrible cliché.
les ruego por favor
aparezcan
no paro de tropezar.
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