el naufrago solo
en medio
de la habitación
ese día se preguntaba por qué la transformación
por qué la ingenuidad se debe esconder entre las flores purísimas de la espontánea.
perdón
por contradecirme y odiarme
llorarme y llorarle a los vivos
prestarme o servirme
derrotarme o perseguirme
por más cuentos y palabras mías confusas.
perdón
a mi manera te amo, qué extraño decirlo
y tu conciencia se abstiene
a gritar la verdad
que encierra nuestras charlas
hoy un poco desvanecidas.
de veras las extraño,
nuestras palabras graciosas,
nuestros versos y consejos.
debo decirte
que la amistad es una cerámica pulida
esmaltada y brillante
más fuerte
pero con la flexibilidad de los céspedes.
que nada ocurra con el velo
que cubre mi ternura secreta
que vos conoces.
el silencio
en mi
también es hermoso
y lo olvidé
con tantas circunstancias allí afuera
tantas mareas inconclusas
que secruzan y me mueren la audacia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario