miércoles, 2 de marzo de 2011

entre pérdida y alcance del 707

en mitad de la avenida
una mujer raramente ataviada
con su pilón de papeles
esperando las horas,
durmiendo en un umbral desconocido.

pude saber de ti
sin mas acercamiento
que las risas.

humor divertido
prestada al aire
bifurcando los miedos y sus papeles de inscripción.
ella me ofrece
un leve repaso por sus teclas,
y yo podía ver que por debajo
existía un manojo de inventos débiles
que surgían de las miradas.

me dejaste pensando, simplemente.
porque no sé tu nombre.
la reacción se diluye hermosamente
para ser guardada en un cofre idiota
que se hace llamar destino.

puedo insultarlo,
porque yo de verdad quería saber tu nombre.
a qué te dedicas, cómo son tus manos,
cómo se desnudan tus manojos,
y cómo una flor tan rara y bella
puede sonreirle así a una semilla.


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