quiere subirse,
mirar desde allí
todos los hombros
y sus cruces ridículas
yo saltaría sobre todas ellas
pero tú las miras
eliges el color de ojos
la piel suave
la cruz inconsciente,
y vuelas hacia abajo.
llegas de la luna
y la abrazas
a ella y a su cruz
¡que te abra la puerta
y se inmunice!
los pinceles se gastan
muchos colores
que absorbiste.
ahora, con tu mujer y su deseo
caminan
con la magia estelar en tu cabeza.
vehemencia mordaz
piruetas del agua
aires insinuantes
heridas llevaderas
secuelas dramáticas
cuando al fin
el sujeto vuelve a treparse
ya sé el escondite.
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