-Baby.
-Hum.
-Toma mi mano.
Obedeció.
-¿Sabes baby, lo que dicen los ángeles?
-¡Qué idea! ¿qué dicen?
-Que cuando se produce un silencio en una conversación es porque pasó un ángel.
-Entonces vamos a dejar pasar una legión de ángeles ahora, para que yo te aprenda de memoria. Así como estás. Mañana, cuando todo pase, quiero recordarte así. ¿Puedo?
Ella le clavó las uñas en la muñeca.
-¿Quién eres, Baby?
-¡Nadie! Nada.
-¡Qué bueno!
Sonrió.
-Bueno. ¿Por qué?
-¡Todo el mundo quiere tantas cosas!
-Ahora me toca a mí preguntar. ¿Quién eres tú, Paula?
-No nos descubramos, vamos a continuar en nuestro baile de máscaras.
Cuatro ángeles pasaron lentamente.
-Baby...
-Hum...
-¿Podrías quererme?
-Ya te quiero. ¿Y tú?
-Para siempre. Toujours.
Las Confesiones de Fray Calabaza, José Mauro de Vasconcelos.
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