una pizquita de esperanza brilla calentándose entre los plañidos. el sabor del viejo libertinaje me atropella nuevamente. no se de la poesía, pero el sabor del viejo libertinaje me hace ciega y libre de perfumes dulces y dolorosos. fuera fuera dolor. enseñame distorsión a olvidar. a tapar. a asesinar y robar de algunos zapatos de gamuza azul el júbilo de la distracción. no conozco el resplandor, pero sí el olvido.
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